RESUMO
Introducción: En los traumatismos craneoencefálicos graves, la mortalidad se aproxima al 50 por ciento y el tratamiento sólo la reduce ligeramente, mostrándose además muy controvertidos los métodos terapeúticos a emplear. En nuestro país constituye la cuarta causa de muerte, pero es la primera en los menores de 41 años. En nuestra provincia representa la principal causa de atención neuroquirúrgica. Método: Se realizó un estudio experimental, de todos los enfermos que ingresaron en nuestro servicio con un TCE grave (ECG de 8 puntos o menor), en el período comprendido entre enero del 2003 y diciembre del 2006. Los mismos fueron divididos en 2 grupos en dependencia del tratamiento recibido. En el grupo I se incluyeron los casos con TCE grave (ECG < 8) e imágenes iniciales de tomografía axial computarizada (TAC) con desviación de estructuras de la línea media superior a los 5 mm o daño axonal difuso grados III-IV, a los que se les realizó craniectomía descompresiva profiláctica como método de control de la PIC, mientras en el grupo II se incluyeron aquellos enfermos con TCE grave (E.C.G < 8), que mostraban un TAC inicial normal o con desplazamiento de las estructuras de la línea media inferior a 5 mm, los que recibieron tratamiento convencional. Resultados: En el estudio se reclutaron 51 pacientes. De ellos 35 fueron incluídos en el grupo I (68.63 por ciento) (craniectomía descompresiva profiláctica), mientras que 16 (31.37 por ciento), lo fueron en el grupo II (tratamiento convencional). La ERG, en relación con el tratamiento recibido, quirúrgico o convencional, mostró que el 51,43 por ciento de los operados (Grupo I), presentaron secuelas ligeras y solo el 17,14 por ciento falleció. En el grupo II, con tratamiento convencional el 31,25 por ciento falleció y el 37,50 por ciento mostró secuelas moderadas a severas, mientras 25 por ciento se recuperó completamente sin secuelas. La mortalidad general para la casuística fue del 21,57 por ciento. Conclusiones: se propone un protocolo para el tratamiento de la hipertensión endocraneana en el TCE grave.
Assuntos
Humanos , Adulto , Traumatismos Craniocerebrais , Craniotomia , Descompressão Cirúrgica , Hipertensão Intracraniana/cirurgia , Hipertensão Intracraniana/mortalidade , Hipertensão Intracraniana/terapia , Tomografia Computadorizada por Raios X , Lesões Encefálicas Traumáticas/cirurgia , Lesões Encefálicas Traumáticas/terapia , Argentina , Imageamento por Ressonância MagnéticaRESUMO
Introducción: La presencia de un infarto hemisférico cerebral extenso, asociado con edema cerebral masivo, se conoce como infarto cerebral maligno, debido al rápido deterioro clínico y la elevada mortalidad; cercana al 80 por ciento que lo acompaña, a pesar del uso de métodos diagnósticos y terapéuticos adecuados. La craniectomía descompresiva, ha sido un método quirúrgico efectivo para el tratamiento de la hipertensión endocraneana, asociada a estos casos. Método: Se realizó un estudio descriptivo desarrollado en el Hospital General Docente Roberto Rodríguez de la ciudad de morón, Provincia de Ciego de Ávila; Cuba, en el período comprendido entre enero y diciembre del 2005, de 6 enfermos que mostraron un diagnóstico inicial de infarto cerebral, con deterioro progresivo del nivel de conciencia y aparición de signos clínicos e imaginológicos de hipertensión endocraneana, en los cuales se realizó una craniectomía descompresiva como método de control de esta. Resultados: Se reclutaron 5 hombres y 1 mujer, con una edad promedio para el grupo de 64.33 años y un rango que fluctuó entre los 58-76. Todos tenían antecedentes de hipertensión arterial. Todos los enfermos fueron operados después de las primeras 24 horas del inicio de los síntomas clínicos, solo 3 de ellos mostraban imágenes hipodensas en el primer estudio TAC. Ninguno de los enfermos obtuvo un grado 4 o 5 de la ERG al egreso, 2 fallecieron, 1 quedó en un estado vegetativo persistente y 3 se salvaron con secuelas moderadas o severas. Conclusiones: Aunque la craniectomía descompresiva reduce la PIC y mejora la PPC, no existe evidencia de su beneficio respecto al resultado final en casos con infartos cerebrales malignos.