Antecedentes: El trauma y el trastorno de estrés postraumático (TEPT) son prevalentes en pacientes con trastornos de personalidad. A pesar de la eficacia establecida de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR) para el trastorno por estrés postraumático, el EMDR apenas se ha examinado en pacientes con trastorno por estrés postraumático comórbido con trastornos de la personalidad.Objetivo: El objetivo de este estudio fue explorar qué cambios se producen en la gravedad de los síntomas del trastorno por estrés postraumático, los síntomas disociativos, el insomnio, las conductas autolesivas no suicidas y las alucinaciones verbales auditivas en pacientes con trastornos de la personalidad durante el tratamiento con EMDR.Método: En este estudio de factibilidad abierto no controlado de EMDR para el trastorno de estrés postraumático, EMDR fue agregado al tratamiento habitual para los trastornos de personalidad. Los resultados evaluados fueron la gravedad de los síntomas de trastorno de estrés postraumático, la disociación, el insomnio, la autolesión no suicida y las alucinaciones verbales auditivas.Resultados: Se incluyeron 47 participantes (22 con trastorno límite de la personalidad, 25 con otros trastornos de personalidad). Se observó una reducción significativa en la gravedad de los síntomas del trastorno de estrés postraumático, la disociación y el insomnio después del tratamiento con EMDR (mediana de cuatro sesiones), y el 40% de los participantes puntuaron por debajo del umbral para el diagnóstico de trastorno de estrés postraumático. No se encontraron diferencias en la eficacia entre los pacientes con trastorno límite de personalidad y otros trastornos de la personalidad. El tratamiento con EMDR fue completado por el 68% de los participantes.Conclusiones: La adición de técnicas EMDR al tratamiento habitual puede ser beneficiosa en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático en pacientes con trastornos de personalidad para reducir los síntomas de trastorno de estrés postraumático, disociación e insomnio. Aunque un tercio de estos pacientes no completaron el tratamiento de EMDR adicional, no se presentaron complicaciones graves (por ejemplo, comportamiento suicida u hospitalización). Se requieren estudios controlados para investigar más a fondo la validez de estos hallazgos.