RESUMO
Habiendo sido invitado al III Congreso Latinoamericano de Materia Médica, realizado en Ecuador durante los primeros días del mes de agosto del corriente año, debía integrar una mesa para hablar durante 45 minutos sobre KALI CARBONICUM. La sola idea de relatar ordenadamente sus síntomas, ante una audiencia conocedora del remedio, no me entusiasmaba; es más, me sonaba irrespetuosa. Se me ocurrió entonces ofrecerles el relato de una supuesta entrevista, en donde no solo estuviera en juego la exposición de los síntomas, en el lenguaje común por parte del enfermo, sino que la sutil forma de expresarlos, hablara con mayor elocuencia de su personal actitud frente a la vida. Por otro lado estaba el médico, un hombre dedicado y atento, que sin embargo dejaba entrever fugazmente en la consulta, la imposibilidad de sustraerse enteramente a su condición de ser humano. La lectura del trabajo, fue acompañada en forma simultánea, de la proyección de transparencias conteniendo y detallando los síntomas del remedio (AU)