RESUMO
Introducción: la malformación de Chiari II es la más común dentro de los cuatro tipos de la clasificación y es la de mayor importancia clínica por su frecuente asociación con el mielomeningocele.Objetivo: presentar un caso cuya sintomatología resultó compatible con una malformación de Arnold Chiari tipo II, lo cual es útil como material de consulta para neonatólogos y neurocirujanos.Presentación del caso: neonato masculino, nacido por cesárea debido a desproporción céfalo-pélvica materna. La madre, residente en el Estado Plurinacional de Bolivia en un área alejada del centro de salud, acudió a solo a dos consultas prenatales. El tiempo de gestación fue de 39 semanas, el peso de 3 900 g y el puntaje de Apgar de 9/9. Llamó la atención el aumento de la circunferencia craneal y la presencia de un saco lumbar en protrusión por el que se veían las meninges y salía líquido cefalorraquídeo. Se cubrió la zona con apósito estéril y solución salina fisiológica, se inició el tratamiento con antibióticos de segunda línea y se realizó ultrasonido de cráneo transfontanelar.Conclusiones: ante un neonato con defecto lumbar y circunferencia cefálica superior al 90 percentil, el especialista debe tener en cuenta la posible existencia de malformaciones del sistema nervioso central (específicamente del tubo neural) e hidrocefalia como manifestaciones del síndrome de Arnold Chiari tipo II. Para confirmar el diagnóstico es útil, por su inocuidad e inmediatez, el ultrasonido de cráneo transfontanelar, y el neonato debe ser valorado por el especialista en neurocirugía para definir el tratamiento(AU)
Introduction: the Chiari II malformation is the most common within the four types of classification and is the most clinically important due to its frequent association with meningomyelocele.Objective: to present a case whose symptomatology was compatible with Arnold Chiari malformation type II, which is useful as reference material for neonatologists and neurosurgeons.Case presentation: male neonate, born by caesarean section due to maternal cephalopelvic disproportion. The mother, resident in the Plurinational State of Bolivia in an area far from the health center, attended only two prenatal consultations. The gestation time was 39 weeks, the weight of 3 900 g and the Apgar score of 9/9. The increase in the cranial circumference and the presence of a protruding lumbar sac through which the meninges were seen and cerebrospinal fluid came out attracted attention. The area was covered with sterile dressing and physiological saline solution, treatment with second-line antibiotics was started and ultrasound of the transfontanellar skull was carried out.Conclusions: before a neonate with lumbar defect and cephalic circumference greater than 90th percentile, the specialist must take into account the possible existence of malformations of the central nervous system (specifically the neural tube) and hydrocephalus as manifestations of the Arnold Chiari type II syndrome. To confirm the diagnosis, it is useful, because of its innocuousness and immediacy, the transfontanellar skull ultrasound, and the neonate must be evaluated by the specialist in neurosurgery to define the treatment(AU)