RESUMO
Objetivo: Demostrar que existen alternativas en el manejo de la cirugía nasal, además de las clásicas técnicas generales inhalatorias y endovenosas, en las que se realiza intubación orotraqueal para proteger la vía aérea de secreciones, sangrado, y mantener una vía continua de suministro de oxígeno. También, probar la utilidad de un instrumento tecnológicamente innovador, la máscara laríngea, que proporciona una vía aérea controlada, predecible y a través de la cual se puede administrar oxigeno y anestésicos inhalatorios, siendo minimamente estimulante y de colocación sencilla. Material y Métodos: Se obtuvo la muestra de los pacientes programados para rinoseptumplastía de Servicio de Otorrinolaringología. Se trata de 30 sujetos en dos grupos de 15 en forma aleatoria. El grupo experimental se manejo con inducción endovenosa para colocación de la LMA, a través de la cual se suministro oxígeno. Se dio mantenimiento con infusión continua de propofol a dosis de sedación y meperidina (dosis única). El grupo control recibió una técnica general balanceada, IOT previa inducción endovenosa, empleando en el mantenimiento enfluorano y fentanyl (bolos). En algunos grupos se infiltró lidocaína con epinefrina 1:200 000 en la región nasal. Resultados: En el grupo experimental se observó reducción del sangrado quirúrgico entre un 50 y 90 por ciento, del tiempo de recuperación postanestésica en un 25 por ciento. Se registraron mayores alteraciones de la frecuencia cardíaca y mayor retención de CO2. Conclusiones: Demostramos que una técnica de sedación endovenosa aunada a infiltración adecuada de la región nasal, suministrando oxígeno a través de la máscara laríngea, brinda condiciones adecuadas para el desarrollo del transanestésico en pacientes ASA. I y II