RESUMO
Se estudiaron 80 pacientes tratados por presentar sangramiento digestivo con ruptura de várices esofagogástricas en 8 hospitales de Ciudad de La Habana: "Dr. Carlos J. Finlay", "Dr. Luis Díaz Soto", "General Calixto García", "Hermanos Ameijeiras", "Dr. Joaquín Albarrán", "Dr. Enríque Cabrera", "10 de Octubre" y "Salvador Allende", en el período comprendido de 1988 a 1993. Se agruparon los pacientes según la clasificación de Child-Turcotte. Se analizaron los diferentes procederes terapéuticos urgentes y electivos; el método más utilizado y el de mejor resultado para detener el sangramiento incial; el pronóstico y la mortalidad. Se determinó que la sonda de Sengstaken Blakemore fue el método más empleado y el de mejor resultado en la detención del sangramiento inicial. La técnica quirúrgica más empleada fue la anastomosis portocava término-lateral. La mortalidad fue elevada. Existió diversidad en los criterios para el tratamiento quirúrgico
Assuntos
Humanos , Hemorragia Gastrointestinal/etiologia , Hemorragia Gastrointestinal/terapia , Varizes Esofágicas e Gástricas/complicaçõesRESUMO
Se estudiaron 120 pacientes que ingresaron en las Salas de Cuidados Intensivos de 2 hospitales de Ciudad de La Habana ("Calixto García" y Carlos J. Finlay") en 3 años sucesivos. Los ingresos correspondieron a 104 hombres y 16 mujieres; el 32% de éstos se encontraba entre los 20 y 39 años, y la causa del 81,6% fue por accidentes del tránsito. El 19,3% (22 politraumatizados) tenía traumatismos únicos y 98 combinados (81,7%). El shock constituyó la causa directa de la muerte en 21 pacientes (35%). Al aplicar los distintos grados de la Escala de Gravedad de States (AIS), concluimos que hubo 2 pacientes codificados como grado 3 (grave sin amenaza de muerte) que pudieron haberse salvado por la naturaleza de las lesiones. Cuando se aplicó la Escala de Baker (ISS), que agrupa la gravedad de las 3 lesiones principales, los porcentajes, generalmente, fueron similares a los propuestos por Baker, salvo en el 5-0 (lesiones graves de una sola región), donde nuestro índice de mortalidad fue francamente superior (76,5%) en comparación con el de Baker (22%), dado el alto número de pacientes con lesiones craneoencefálicas en nuestro estudio. Confirmamos la utilidad de la escala como pronóstico de supervivencia y la influencia de la edad en nuestros índices, pues encontramos que en los que se ubicaron por encima de 50 puntos en la ISS, fallecieron 6 de 7 (85%)