RESUMO
La anestesia inhalatoria con circuito cerrado y flujos mínimos es la técnica más apropiada para suministrar al paciente la cantidad "exacta" de los agentes inhalatorios necesarios para lograr la concentración y la presión deseadas en el sistema nervioso central y en el aire alveolar espirado. Además, con esta técnica, es posible llevar al paciente al plano de anestesia quirúrgica que necesita y mantenerlo allí, así como reducir la pérdida de calor y humedad, al no tener que calentar y humidificar grandes volúmenes de gases frescos, factores que permitirán que el paciente se encuentre en una condición más confortable y permanezca hemodinámicamente estable. Por otra parte, la anestesia inhalatoria con circuito cerrado y flujos mínimos disminuye la contaminación del quirófano y del medio ambiente con vapores anestésicos, al restringir al mínimo la polución generada por estos vapores, y reduce enormemente el costo de la anestesia al consumir cantidades ínfimas de agentes inahalatorios. Para lograr los objetivos mencionados se requiere la capacitación y el entrenamiento del anestesiólogo en la técnica de los circuitos cerrados con flujos mínimos, la disponibilidad de máquinas de anestesia y ventiladores adecuados y la existencia de monitores multiparamétricos que permitan controlar la fracción inspirada y la fracción espirada de los agentes inhalatorios. (AU)