RESUMO
Abstract We conducted a retrospective cohort study to report the clinical characteristics, incidence and out-comes of patients with severe COVID-19 with acute kidney injury (AKI). One-hundred and sixtytwo intensive care unit (ICU) admitted patients in a tertiary level hospital in the city of Buenos Aires with COVID-19 diagnosis were included. We hypothesized that COVID-19 related AKI would develop in the period of more severe hypoxemia as an early event and late AKI would be more probably related to intensive care unit complications. For this purpose, we divided subjects into two groups: those with early AKI and late AKI, before and after day 14 from symptom onset, respectively. A stepwise multivariate analysis was conducted to find possible AKI predictors. AKI incidence was 43.2% (n = 70) of the total patients admitted into ICU with severe COVID-19, 11.1% (n = 18) required renal replacement therapy. In-hospital mortality was higher (58.6%) for the AKI group. AKI occurred on a median time of 10 (IQR 5.5-17.5) days from symptom onset. A history of hypertension or heart failure, age and invasive mechanical ventilation (IMV) requirement were identified as risk factors. Late AKI (n = 25, 35.7%) was associated with sepsis and nephrotoxic exposure, whereas early AKI occurred closer to the timing of IMV initiation and was more likely to have an unknown origin. In conclusion, AKI is frequent among critically ill patients with severe COVID-19 and it is associated with higher in-hospital mortality.
Resumen Llevamos a cabo un estudio retrospectivo con el objetivo de describir las características clínicas, incidencia y desenlaces de los pacientes con injuria renal aguda (IRA) asociada a la COVID-19. Se incluyeron 162 pacientes con diagnóstico de COVID-19 admitidos en una unidad de cuidados intensivos en un hospital de tercer nivel en la Ciudad de Buenos Aires. Nuestra hipótesis consistió en que la IRA asociada a COVID-19 sería un evento temprano asociado a la gravedad de la hipoxemia y la IRA tardía se relacionaría con complicaciones propias de la UCI. Por ello se clasificó la IRA en temprana y tardía, según sucediera antes o después de los 14 días desde el inicio de síntomas. Se realizó un análisis multivariado mediante regresión logística escalonada para evaluar posibles factores de riesgo. La incidencia de IRA fue de 43.2% (n = 70), 11.1% (n = 18) requirieron terapia de reemplazo renal. La mortalidad intrahospitalaria fue mayor (58.6%) en el grupo con IRA. El diagnóstico de IRA se realizó en una mediana de 10 (IQR = 5.5-17.5) días desde el inicio de los síntomas. El antecedente de hipertensión e insuficiencia cardíaca, la edad y el requerimiento de ventilación mecánica invasiva (VMI) fueron identificados como factores de riesgo para IRA. La IRA tardía (n = 25, 35.7%) estuvo asociada a sepsis y expo sición a nefrotóxicos, mientras que la IRA temprana (n = 45, 64.2%) estuvo temporalmente asociada al inicio de la VMI y en muchos casos no se pudo filiar una etiología. En conclusión, la IRA es una complicación frecuente en pacientes con COVID-19 grave y está asociada a una alta mortalidad intrahospitalaria.
RESUMO
We conducted a retrospective cohort study to report the clinical characteristics, incidence and outcomes of patients with severe COVID-19 with acute kidney injury (AKI). One-hundred and sixtytwo intensive care unit (ICU) admitted patients in a tertiary level hospital in the city of Buenos Aires with COVID-19 diagnosis were included. We hypothesized that COVID-19 related AKI would develop in the period of more severe hypoxemia as an early event and late AKI would be more probably related to intensive care unit complications. For this purpose, we divided subjects into two groups: those with early AKI and late AKI, before and after day 14 from symptom onset, respectively. A stepwise multivariate analysis was conducted to find possible AKI predictors. AKI incidence was 43.2% (n = 70) of the total patients admitted into ICU with severe COVID-19, 11.1% (n = 18) required renal replacement therapy. In-hospital mortality was higher (58.6%) for the AKI group. AKI occurred on a median time of 10 (IQR 5.5-17.5) days from symptom onset. A history of hypertension or heart failure, age and invasive mechanical ventilation (IMV) requirement were identified as risk factors. Late AKI (n = 25, 35.7%) was associated with sepsis and nephrotoxic exposure, whereas early AKI occurred closer to the timing of IMV initiation and was more likely to have an unknown origin. In conclusion, AKI is frequent among critically ill patients with severe COVID-19 and it is associated with higher in-hospital mortality.
Llevamos a cabo un estudio retrospectivo con el objetivo de describir las características clínicas, incidencia y desenlaces de los pacientes con injuria renal aguda (IRA) asociada a la COVID-19. Se incluyeron 162 pacientes con diagnóstico de COVID-19 admitidos en una unidad de cuidados intensivos en un hospital de tercer nivel en la Ciudad de Buenos Aires. Nuestra hipótesis consistió en que la IRA asociada a COVID-19 sería un evento temprano asociado a la gravedad de la hipoxemia y la IRA tardía se relacionaría con complicaciones propias de la UCI. Por ello se clasificó la IRA en temprana y tardía, según sucediera antes o después de los 14 días desde el inicio de síntomas. Se realizó un análisis multivariado mediante regresión logística escalonada para evaluar posibles factores de riesgo. La incidencia de IRA fue de 43.2% (n = 70), 11.1% (n = 18) requirieron terapia de reemplazo renal. La mortalidad intrahospitalaria fue mayor (58.6%) en el grupo con IRA. El diagnóstico de IRA se realizó en una mediana de 10 (IQR = 5.5-17.5) días desde el inicio de los síntomas. El antecedente de hipertensión e insuficiencia cardíaca, la edad y el requerimiento de ventilación mecánica invasiva (VMI) fueron identificados como factores de riesgo para IRA. La IRA tardía (n = 25, 35.7%) estuvo asociada a sepsis y exposición a nefrotóxicos, mientras que la IRA temprana (n = 45, 64.2%) estuvo temporalmente asociada al inicio de la VMI y en muchos casos no se pudo filiar una etiología. En conclusión, la IRA es una complicación frecuente en pacientes con COVID-19 grave y está asociada a una alta mortalidad intrahospitalaria.