RESUMO
RESUMEN La cardiotoxicidad es una entidad clínica relativamente nueva que, en caso de insuficiencia cardiaca, es un marcador de mal pronóstico en sobrevivientes de cáncer que han recibido, con mayor frecuencia, tratamiento con antraciclinas o trastuzumab. En estos pacientes, la detección de la disfunción cardiaca en estadio subclínico permite descubrir precozmente el compromiso miocárdico y evitar un mayor daño al corazón. El incremento de troponina I y los avances tecnológicos en imágenes como el Strain Longitudinal Global permiten detectar esta condición. Presentamos el caso de una paciente de 17 años diagnosticada de osteosarcoma en la pierna izquierda y que recibió antraciclinas. En la evaluación cardiovascular fue asintomática, con función ventricular izquierda normal (60 %), strain disminuido (-15 %) y troponina I elevada (115 ng/mL). Se diagnosticó disfunción cardiaca asintomática, y se indicó carvedilol 6,25 mg/día. Luego de 3 meses de tratamiento el strain se normalizó (-20 %) y la troponina I (19 ng/mL). Este caso es un ejemplo de la utilidad de las nuevas unidades de cardio-oncología que permiten evaluar, diagnosticar y tratar precozmente a los pacientes oncológicos, para evitar la cardiotoxicidad y su respectiva mortalidad.
ABSTRACT Cardiotoxicity is a relatively new clinical entity which, in the case of heart failure, is a marker of poor prognosis in cancer survivors who have received more frequent treatments with anthracyclines or trastuzumab. In these patients, detecting a cardiac dysfunction in the subclinical stage allows revealing early myocardial involvement and avoiding further damage to the heart. The increase in troponin I and the technological advances in imaging, such as the global longitudinal strain, enable the detection of this condition. This case report involves a 17-year-old female patient who was diagnosed with osteosarcoma in her left leg and received anthracyclines. In the cardiovascular evaluation, she was asymptomatic, and showed normal left ventricular function (60 %), decreased strain rate (-15 %) and elevated troponin I levels (115 ng/mL). Asymptomatic cardiac dysfunction was diagnosed and carvedilol 6.25 mg/day was prescribed. After 3 months of treatment, the strain rate (-20 %) and troponin I levels (19 ng/mL) returned to normal. This is an example of the usefulness of new cardio-oncology units that allow cancer patients to be evaluated, diagnosed and treated early in order to avoid cardiotoxicity and the resulting mortality.