RESUMO
The SARS-CoV-2 pandemic that we are currently experiencing has produced new clinical scenarios, within these, prone ventilation is one of the most frequent, especially in critically ill patients, exposing us to having to perform CPR on a patient who is in a prone position. The first suggestion of a prone CPR technique was made by McNeil in 1989. To date, there have been several cases of prone CPR described, most using the technique described by McNeil or small variations of these, achieving success in resuscitation. The technique consists of positioning oneself over the patient who is in a prone position, sitting on his buttocks and resting our hands on the back of the chest and then compressing the chest using a forward swinging motion at an average speed of 40 compressions per minute, with the aim of allowing passive re-expansion of the chest. At the same time, to maintain a patent airway, either victim's arms should be positioned below their forehead so that the bridge of the nose rests on the flexion crease of the elbow, with the nose pointing directly downward. For the defibrillation in prone, two possible alternative positions of the patches/ paddles have been described that have been used successfully: position one of the patches under the patient in prone, in relation to the area of greatest ventricular mass, and the other in his back, specifically on the right shoulder blade. The second one used two patches positioned on the patient's back, one in the lower left region just posterior to the mid-axillary line and the other just below the right shoulder blade. It has been shown that the compressions performed in the prone would be as or more effective than those performed in the supine position with the standard technique, the prone technique also presenting the benefit of producing passive ventilation simultaneously with the same compression maneuver. The situation we are living in deserves to take all the tools we have, so this technique presents a viable alternative to perform in clinical practice, however, more studies are needed in this regard to establish if there is a real benefit from this technique regarding the classical technique. Expert recommendations for CPR have emerged in the context of the COVID-19 patient in which there is consensus that it is reasonable to initiate resuscitation in the prone position in COVID-19 patients who are intubated and ventilated in this same position.
La pandemia de SARS-CoV-2 que vivimos actualmente ha producido nuevos escenarios clínicos, dentro de estos la ventilación en prono es uno de los más frecuentes, sobre todo en pacientes críticos, exponiéndonos a tener que realizar una RCP a un paciente que se encuentra en prono. La primera sugerencia de una técnica de RCP en prono fue realizada por McNeil en 1989. A la fecha existen diversos casos descritos de RCP en prono, la mayoría utilizando la técnica descrita por McNeil o pequeñas variaciones de estas, logrando éxito en la reanimación. La técnica consiste en posicionarse sobre el paciente que se encuentra en prono, sentándose el reanimador sobre las nalgas de este y apoyando las manos sobre la parte posterior del tórax para luego comprimir el tórax mediante un movimiento de balanceo hacia adelante a una velocidad promedio de 40 compresiones por minuto, con el objetivo de permitir la reexpansión pasiva del tórax. A la vez, para mantener la vía aérea permeable se debe posicionar cualquiera de los brazos de la víctima por debajo de su frente de manera que el puente de la nariz descansara sobre el pliegue de flexión del codo con la nariz apuntando directamente hacia abajo. Para la desfibrilación en prono se han descrito dos posibles posiciones alternativas de los parches/ paletas que han sido utilizadas de forma exitosa: posicionar uno de los parches bajo el paciente en prono, en relación a la zona de mayor masa ventricular y el otro en la espalda de este, específicamente sobre la escápula derecha; utilizar dos parches posicionados en la espalda del paciente, uno en la región izquierda baja justo posterior a la línea axilar media y el otro justo bajo la escápula derecha. Se ha evidenciado que las compresiones realizadas en prono serían tanto o más efectivas que las realizadas en supino con la técnica estándar, presentando la técnica en prono también el beneficio de producir una ventilación pasiva de forma simultánea con la misma maniobra de compresión. La situación que vivimos amerita tomar todas las herramientas con las que contamos, por lo que esta técnica presenta una alternativa viable de realizar en la práctica clínica, sin embargo, hacen falta más estudios al respecto para poder establecer si existe un real beneficio de esta técnica respecto a la técnica clásica. Han surgido recomendaciones de expertos para la RCP en el contexto del paciente COVID-19 en las cuales existe consenso respecto a que es razonable iniciar la reanimación en posición prona en pacientes COVID-19 que se encuentran intubados y siendo ventilados en esta misma posición.