RESUMEN
INTRODUCTION: Introduction: the simultaneous increase in the prevalence of cardiometabolic diseases and in the consumption of ultraprocessed foods (UPF) suggests a possible relationship between UPF and cardiometabolic risk (CMR). Objective: to evaluate the association between food consumption, according to the degree of processing, and CMR in young adults. Methods: this is a comparative cross-sectional study in 120 Brazilian young adults aged 18-25 years, categorized by the presence of CMR. Food consumption was investigated using a semi-quantitative food frequency questionnaire, and classified according to the extent of food processing. Food groups and tertiles in grams of unprocessed, minimally processed (MPF), processed and ultra-processed foods (UPF) were compared using the Kruskal-Wallis test. The associations of food consumption, according to level of processing (MPF and UPF), with CMR components were evaluated using logistic regression models. Results: a high caloric contribution of UPF was observed in the diet of this study population. The total energy intake from lipids in all foods (p = 0.04) and in UPF (p = 0.03) was greater in the group with CMR. A greater consumption of UPF was a risk factor for abdominal obesity (OR = 1.09; 95 % CI = 1.00-1.18) while a greater consumption of MPF was protective for LDL-c alterations independently of sex, physical activity, and alcohol intake (OR = 0.70; 95 % CI = 0.50-0.98). Conclusions: UPF contributed to a greater caloric intake from fat in the CMR, and was a risk factor for abdominal obesity. MPF was an independent protective factor for LDL-c alterations.
INTRODUCCIÓN: Introducción: la alta prevalencia de enfermedades cardiometabólicas y el avance de los alimentos ultraprocesados en la dieta sugieren una posible relación entre ellos. Objetivo: valorar la asociación entre el consumo de alimentos clasificado por el grado de procesamiento y el riesgo cardiometabólico en adultos jóvenes. Métodos: estudio transversal con una muestra compuesta por 120 jóvenes brasileños de 18 a 25 años, que fueron categorizados según el riesgo cardiometabólico (presencia o ausencia). El consumo de alimentos se evaluó mediante un cuestionario semicuantitativo de frecuencias a partir del que se clasificó la ingesta de acuerdo con el grado de procesamiento. Estos resultados se dividieron en terciles de gramos de alimentos (procesados y mínimamente procesados, procesados y ultraprocessados). Las diferencias de consumo diario de alimentos entre los terciles se compararon por medio del test de Kruskal-Wallis. Se realizó una regresión logística para asociar el grado de procesamiento con los componentes del riesgo cardiometabólico. Resultados: se observó una alta contribución energética de los alimentos ultraprocesados en la dieta de la muestra estudiada. La ingestión de grasas totales (p = 0,04) y alimentos ultraprocesados (p = 0,03) fue mayor entre el grupo con riesgo cardiometabólico. El consumo de alimentos ultraprocesados fue un factor de riesgo de obesidad abdominal (OR = 1,09; IC 95 %: 1,00-1,18), mientras que el consumo de los mínimamente procesados fue protector frente a las alteraciones del LDL-c, independientemente del sexo, la actividad física y la ingesta de alcohol (OR = 0,70; IC 95 % = 0,50-0,98). Conclusión: los alimentos ultraprocesados contribuyeron a aumentar la ingesta de grasas y a la obesidad abdominal; en cambio, los alimentos no procesados y mínimamente procesados redujeron los niveles de LDL-c.