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Intervalo de año de publicación
1.
Psicoanálisis ; 31(1): 181-201, 2009.
Artículo en Español | BINACIS | ID: bin-125043

RESUMEN

Desarrolla las conceptualizaciones de temporalidad en Grecia clásica y la tradición Judía y aportes de G Deleuze y G Agamben aplicándolos a la comprensión de una temporalidad no cronológica en la sesión de psicoanálisis. El relato en sesión, las palabras del analizando no deben pensarse como el comentario de lo que pasó antes, sino que el relato es el acontecimiento mismo en curso en la sesión al ser escuchado por el analista que puede interpretarlo y luego puede presentarlo porque algo de ese análisis lo lleva a interrogarse, cuestionarse esperando a un lector o al oyente por venir. Einstein revolucionó la idea de tiempo relacionándola con la idea de espacio y movimiento hasta relativizar su concepto. El tiempo no es constante y externo a nosotros; el tiempo se va deteniendo a medida que la velocidad aumenta. Esta ruptura epistemológica en la física respecto al tiempo ha tenido repercusiones significativas en la comprensión del tiempo histórico que ya no puede pensarse como mera cronología. Se considera una temporalidad genética y una temporalidad no genética, no sucesiva ni numerable sino intensiva. Se plantean las diferencias entre la cronología del acto médico y la temporalidad intensiva de la escucha analítica que no puede ser trasmitida por un registro tecnológico comprobable. Se afirman las semejanzas entre juego, obra de arte e historicidad del ser viviente


Asunto(s)
Psicoanálisis
2.
Psicoanálisis ; 31(1): 181-201, 2009.
Artículo en Español | LILACS | ID: lil-529963

RESUMEN

Desarrolla las conceptualizaciones de temporalidad en Grecia clásica y la tradición Judía y aportes de G Deleuze y G Agamben aplicándolos a la comprensión de una temporalidad no cronológica en la sesión de psicoanálisis. El relato en sesión, las palabras del analizando no deben pensarse como el comentario de lo que pasó antes, sino que el relato es el acontecimiento mismo en curso en la sesión al ser escuchado por el analista que puede interpretarlo y luego puede presentarlo porque algo de ese análisis lo lleva a interrogarse, cuestionarse esperando a un lector o al oyente por venir. Einstein revolucionó la idea de tiempo relacionándola con la idea de espacio y movimiento hasta relativizar su concepto. El tiempo no es constante y externo a nosotros; el tiempo se va deteniendo a medida que la velocidad aumenta. Esta ruptura epistemológica en la física respecto al tiempo ha tenido repercusiones significativas en la comprensión del tiempo histórico que ya no puede pensarse como mera cronología. Se considera una temporalidad genética y una temporalidad no genética, no sucesiva ni numerable sino intensiva. Se plantean las diferencias entre la cronología del acto médico y la temporalidad intensiva de la escucha analítica que no puede ser trasmitida por un registro tecnológico comprobable. Se afirman las semejanzas entre juego, obra de arte e historicidad del ser viviente


Asunto(s)
Psicoanálisis
3.
Psicoanálisis ; 29(2): 255-276, oct. 2007.
Artículo en Español | BINACIS | ID: bin-122691

RESUMEN

Una de las características de la pubertad es la intensificación de los procesos de reestructuración primaria y secundaria, esto implica nuevas exigencias psicofísicas y psicosociales. Es un momento que se siente entre el pasado perdido y el futuro que todavía no llegó. Pensamos que en este momento los cuadros psicóticos no son sólo pueden ser un despliegue de algo anterior (psicosis infantil), sino que también situaciones nuevas de encuentro/desencuentro pueden desencadenar cuadros psicóticos sin que medien antecedentes que lo justifiquen, porque en la pubertad se produce una conmoción de los soportes identificatorios anclados en las experiencias corporales. En la psicosis se genera un pictograma de rechazo cada vez que el monto de displacer es excesivo, esto es, un vacío, un agujero representacional, que es marca de una carencia fundamental, una marca que no alcanzará la representación. De este período pueden quedar heridas, cicatrices, que el sujeto padecerá aunque ignore el lugar o la razón por la que se produjeron. El Yo con mucho esfuerzo y muy activamente intentará poner palabras a experiencias pictográficas de rechazo y odio. Intentará una y otra vez representar estas marcas irrepresentables, pero fracasará, fracaso que puede manifestarse en alucinaciones corporales.(AU)


One of the characteristics of puberty is the intensification of primary and secondary processes of restructuring implying new psychosocial and psychophysical demands. It is felt as being between the lost past and the future to come. We think in such moment the psychotic episodes can be not only a development of something preexisting (infantile psycosis), but also new situations of encounter-disencounter may trigger psychotic episodes without any justifying antecedents because in puberty identificatory beams rooted in body experiences take place.In psychosis there is a ¶pictogram of rejection÷ each time pain is excessive, there is an emptiness, a representational hole, which is mark of a fundamental lack, not reaching representation. From this period wounds and scars may remain that the subject will suffer from not knowing the origin. The ego will unsuccessfully try to put in words these non representational marks, such failure may appear as corporal hallucinations.(AU)


? la puberté les processus de structuration primaire et secondaire se re-intensifient et leur particularités sont en accord avec le moment vital et ses nouvelles exigences psychophysiques et psychosociales, avec un temps présent qui doit Ûtre digéré et métabolisé et o¨ lãon trouve simultanément présents dans leur absence le passé et le futur. Par cette raison, il est pertinent de supposer que les tableaux psychotiques ne sont pas rien que un déploiement de ce qui déjO était lO au commencement, mais que des nouvelles situations de entente/mésentente peuvent également avoir des caractéristiques similaires aux premiÞres étapes (originaire et primaire) et décha¯ner des tableaux psychotiques sans montrer antécédents qui le justifient, parce que O la puberté se produit un bouleversement des supports identificatoires ancrés dans les expériences corporelles. Dans la psychose, les éléments qui rendent compte de la propre existence ainsi que du plaisir associé manquent ou sont altérés. Un pictogramme de rejet est engendré chaque fois que le montant de déplaisir est excessive, ce qui produit un vide, un trou représentationnel, qui est la marque dãun manque fondamental, une marque qui nãatteindra pas la représentation. De cette période peuvent rester des blessures, des cicatrices que le sujet souffrira bien quãil ignore le lieu ou la raison par laquelle elles se sont produites. Avec beaucoup dãeffort et trÞs activement, le moi essaiera de mettre des paroles aux expériences pictographiques de rejet et de haine. Il essaiera plusieurs fois de représenter ces marques irreprésentables, mais il échouera, lãéchec qui peut se manifester dans des hallucinations corporelles.(AU)


Asunto(s)
Adolescente , Adolescente , Cuerpo Humano , Trastornos Psicóticos , Pubertad
4.
Psicoanálisis ; 29(2): 255-276, oct. 2007.
Artículo en Español | LILACS | ID: lil-472357

RESUMEN

Una de las características de la pubertad es la intensificación de los procesos de reestructuración primaria y secundaria, esto implica nuevas exigencias psicofísicas y psicosociales. Es un momento que se siente entre el pasado perdido y el futuro que todavía no llegó. Pensamos que en este momento los cuadros psicóticos no son sólo pueden ser un despliegue de algo anterior (psicosis infantil), sino que también situaciones nuevas de encuentro/desencuentro pueden desencadenar cuadros psicóticos sin que medien antecedentes que lo justifiquen, porque en la pubertad se produce una conmoción de los soportes identificatorios anclados en las experiencias corporales. En la psicosis se genera un pictograma de rechazo cada vez que el monto de displacer es excesivo, esto es, un vacío, un agujero representacional, que es marca de una carencia fundamental, una marca que no alcanzará la representación. De este período pueden quedar heridas, cicatrices, que el sujeto padecerá aunque ignore el lugar o la razón por la que se produjeron. El Yo con mucho esfuerzo y muy activamente intentará poner palabras a experiencias pictográficas de rechazo y odio. Intentará una y otra vez representar estas marcas irrepresentables, pero fracasará, fracaso que puede manifestarse en alucinaciones corporales.


One of the characteristics of puberty is the intensification of primary and secondary processes of restructuring implying new psychosocial and psychophysical demands. It is felt as being between the lost past and the future to come. We think in such moment the psychotic episodes can be not only a development of something preexisting (infantile psycosis), but also new situations of encounter-disencounter may trigger psychotic episodes without any justifying antecedents because in puberty identificatory beams rooted in body experiences take place.In psychosis there is a “pictogram of rejection” each time pain is excessive, there is an emptiness, a representational hole, which is mark of a fundamental lack, not reaching representation. From this period wounds and scars may remain that the subject will suffer from not knowing the origin. The ego will unsuccessfully try to put in words these non representational marks, such failure may appear as corporal hallucinations.


À la puberté les processus de structuration primaire et secondaire se re-intensifient et leur particularités sont en accord avec le moment vital et ses nouvelles exigences psychophysiques et psychosociales, avec un temps présent qui doit être digéré et métabolisé et où l’on trouve simultanément présents dans leur absence le passé et le futur. Par cette raison, il est pertinent de supposer que les tableaux psychotiques ne sont pas rien que un déploiement de ce qui déjà était là au commencement, mais que des nouvelles situations de entente/mésentente peuvent également avoir des caractéristiques similaires aux premières étapes (originaire et primaire) et déchaîner des tableaux psychotiques sans montrer antécédents qui le justifient, parce que à la puberté se produit un bouleversement des supports identificatoires ancrés dans les expériences corporelles. Dans la psychose, les éléments qui rendent compte de la propre existence ainsi que du plaisir associé manquent ou sont altérés. Un pictogramme de rejet est engendré chaque fois que le montant de déplaisir est excessive, ce qui produit un vide, un trou représentationnel, qui est la marque d’un manque fondamental, une marque qui n’atteindra pas la représentation. De cette période peuvent rester des blessures, des cicatrices que le sujet souffrira bien qu’il ignore le lieu ou la raison par laquelle elles se sont produites. Avec beaucoup d’effort et très activement, le moi essaiera de mettre des paroles aux expériences pictographiques de rejet et de haine. Il essaiera plusieurs fois de représenter ces marques irreprésentables, mais il échouera, l’échec qui peut se manifester dans des hallucinations corporelles.


Asunto(s)
Adolescente , Adolescente , Cuerpo Humano , Trastornos Psicóticos , Pubertad
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