RESUMEN
La tensión nucal es fácil de diagnosticar en la mayoría de los casos, sin embargo, a veces su localización es atípica, por ejemplo, detrás de los ojos o en la región frontal, pasando inadvertida la relación entre el dolor y la contracción muscular. Confirma el diagnóstico un artefacto por contracción muscular en el registro EEG en la misma localización. Además de una vaga sensación de vértigo, suele ser el temor a padecer una enfermedad grave lo que impulsa al paciente a consultar a su médico. En la mayoría de los casos el examen clínico y neurológico permite diferenciar esta afección de otras dolencias. A los pacientes con tensión nucal se los ha de tratar según un esquema bien definido. En primer lugar, se les tiene que explicar la naturaleza de su afección. Luego, suele bastar una medicación durante cierto tiempo y gimnasia en casa. Si los síntomas se deben a condiciones de trabajo desfavorables, pueden estar indicadas sesiones repetidas de fisioterapia. En caso de no responder al tratamiento se requerirán exámenes neurológicos y psicosomáticos.