RESUMEN
Intentar el tratamiento retentivo de material protésico ante heridas quirúrgicas infectadas por gérmenes resistentes es objeto de debate, especialmente cuando el agente causal es un Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM). Una paciente diabética y con obesidad tipo I sufrió infección de la herida quirúrgica tras artroplastia de rodilla que no evolucionó bien con antibioterapia empírica y terapia hiperosmolar. Se planificó una reintervención que fue demorada por motivos extramédicos (falta de terapia de presión negativa para cubrir la herida postoperatoria, pues se preveía no poder realizar cierre primario). Mientras se conseguía este material, y tras obtener el consentimiento de la paciente, se iniciaron irrigaciones de la herida con sevoflurano tópico off-label, pues ese fármaco ha mostrado capacidad antimicrobiana. La evolución clínica fue excelente desde el inicio a pesar de que en el cultivo se aisló un SARM resistente a la antibioterapia empírica, por lo que se desestimó la reintervención y se continuó con sevoflurano tópico junto a la antibioterapia dirigida por antibiograma, lográndose la curación completa de la herida tras 6 semanas. Durante ese tiempo, la paciente no experimentó ningún efecto adverso atribuible al sevoflurano. El sevoflurano tópico aparece como una valiosa nueva opción terapéutica ante heridas postoperatorias infectadas, especialmente cuando los gérmenes causantes son resistentes a los antibióticos convencionales.
It is challenging to try a retentive treatment of prosthetic material superinfected by resistant microorganisms, especially when the causative agent is a methicillin-resistant Staphylococcus aureus (MRSA). A diabetic, obese female patient suffered from a postoperative wound infection after a knee arthroplasty. Initial treatment with antibiotics and hyperosmolar therapy failed and clinical evolution was no good. Surgery was scheduled, but it was delayed due to nonmedical reasons (lack of negative-pressure therapy to cover the wound since primary wound closure was anticipated to be very improbable to perform). While waiting for this therapy, off-label irrigations with topical sevoflurane were started after obtaining written consent, since this drug has exhibited antimicrobial properties. Clinical evolution turned out to be excellent since the very beginning, even though a MRSA resistant to the antibiotics empirically administered was isolated. Thus, surgery was discarded, and culture-guided antibiotic therapy was added to topical sevoflurane, which was followed by a complete healing of the wound after 6 weeks. Sevoflurane treatment was well tolerated as the patient reported no adverse effects. Therefore, treating postsurgical wounds with topical sevoflurane appears as a valuable new alternative, especially when infections are caused by microorganisms resistant to conventional antibiotics.