RESUMEN
El tabaco es la segunda droga más consumida entre los escolares españoles. Existen evidencias sobre la relación entre estado de ánimo y tabaquismo, aunque los resultados no son concluyentes y se desconoce el grado en que esta variable predice el consumo de adolescentes españoles. El objetivo de este estudio es comparar el estado de ánimo entre adolescentes fumadores y no fumadores, y comprobar si los fumadores presentan mayor intensidad de consumo con peor estado anímico. Se reclutó una muestra de 1507 adolescentes españoles (edad, M = 15.28; DT = 1.20). Se evaluaron variables sociodemográficas, estado de ánimo mediante la versión breve del 20-item Center for Epidemiologic Studies Depression Scale (CED-D), y la conducta de consumo de tabaco alguna vez y durante el último mes y frecuencia mediante un autoinforme. Los adolescentes fumadores presentan peor estado de ánimo que los no fumadores. Es más probable ser fumador en presencia de bajo estado de ánimo (B = 1.17; p < .001). Los fumadores (n = 487) fueron clasificados en función del estado de ánimo. Los adolescentes con bajo estado de ánimo hacen mayor consumo diario de cigarrillos. Los fumadores con mejor estado de ánimo tenían una pauta de consumo de menor intensidad. Se aportan nuevas evidencias sobre el papel del estado de ánimo depresivo de los adolescentes como factor de riesgo de iniciar consumo de tabaco, y se comprueba su relación con mayor intensidad de consumo. Las intervenciones preventivas con adolescentes deben atender a los factores emocionales relacionados con el consumo.
Tobacco is the second most used drug among Spanish adolescents. Although there is evidence of the relationship between mood and smoking, the results are inconclusive, with the variable that predicts the consumption in Spanish adolescents still being unknown. The aim of this study was to compare mood among adolescent smokers and non-smokers, and to determine whether smokers smoke more when in a worse mood. A sample of 1507 Spanish adolescents was selected (Mean age = 15.28; SD = 1.20). The sociodemographic variables were recorded. Mood was evaluated using the Brief version of the 20-item Center for Epidemiologic Studies Depression Scale (CED-D), and the behavior of tobacco use (sometime, during the last month and frequency) through self-report. Adolescent smokers have a worse mood than non-smokers. They are more likely to be a smoker when their mood is low (B = 1.17; P < .001). Smokers (n = 487) were classified depending on their mood. Adolescents with a low mood showed a higher daily consumption of cigarettes. Smokers with a better mood had a lower consumption pattern. Conclusion: New evidence is presented on the role of depressed mood as a risk factor for the initiation of smoking among adolescents, demonstrating its relation to greater tobacco use. Preventive interventions with adolescents must address the emotional factors related to consumption.