RESUMEN
RESUMEN Introducción: Las bradiarritmias persistentes que requieren el implante de un marcapasos definitivo son una complicación frecuente tras el implante valvular aórtico percutáneo (IVAP), pero un implante alto con técnica Cusp-Overlap podría evitar las alteraciones del sistema de conducción. Objetivo: El objetivo fue determinar la tasa de uso de marcapasos en pacientes que recibieron IVAP con la técnica convencional coplanar en comparación con Cusp-Overlap. Material y métodos: Entre 2017 y 2019 se analizaron 65 pacientes consecutivos de dos centros, que recibieron válvulas EvolutR o Evolut-Pro: 50 implante coplanar y 15 Cusp-Overlap. Resultados: La edad promedio era 80 años y no hubo diferencias en el riesgo por puntaje EuroSCORE. Los procedimientos con la técnica de Cusp-Overlap presentaron 0% de requerimiento de marcapasos en comparación con 24,9% en el implante convencional (p = 0,041). También hubo menos complicaciones mayores (6,67% vs 42%; OR = 0,09; IC 95% 0,01-0,8; p = 0,011). Conclusiones: En esta cohorte el IVAP con la técnica de Cusp-Overlap se asoció con una necesidad de marcapasos nula. Dado el potencial impacto a gran escala se necesita validar externamente los resultados obtenidos.
ABSTRACT Background: Persistent bradyarrhythmias requiring permanent pacemaker implantation are a common complication after transcatheter aortic valve implantation (TAVI), but high implantation with cusp-overlap technique could prevent conduction system disturbances. Objective: The aim of this study was to assess the rate of pacemaker use in patients who received TAVI with conventional coplanar technique compared with cusp-overlap technique. Methods: A total of 65 consecutive patients from two centers receiving Evolut-R or Evolut-Pro valve implantation, 50 coplanar and 15 cusp-overlap, were analyzed between 2017 and 2019. Results: Mean age was 80 years, and there were no differences in risk according to the EuroSCORE. The rate of pacemaker requirement was 0% in cusp-overlap procedures compared with 24.9% in those with conventional implantation; p=0.041). In addition, cusp-overlap implants presented lower rate of major complications (6.67% vs. 42%; OR=0.09; 95% CI 0.01-0.8; p=0.011). Conclusions: In this cohort, TAVI procedure with cusp-overlap technique was associated with null pacemaker requirement. Given the potential large-scale impact, external validation of results is needed.
RESUMEN
RESUMEN Introducción: El implante valvular aórtico percutáneo ha sido valorado en diferentes escenarios del amplio espectro de la población portadora de estenosis aórtica grave sintomática. La elección del tipo de tratamiento parte de una evaluación del riesgo de un equipo multidisciplinario. Objetivos: El objetivo de este estudio fue analizar las características y conocer los resultados de los pacientes sometidos a IVAP en Latinoamérica según el riesgo. Material y métodos: Se incluyeron a partir de marzo de 2009 a diciembre de 2018 pacientes en forma continua del registro multicéntrico latinoamericano de implante valvular aórtico percutáneo. La indicación de implante valvular aórtico percutáneo fue realizada en cada caso por un equipo multidisciplinario local. Se estratifica la población en función del riesgo quirúrgico evaluado por el puntaje STS-PROM. Se definieron tres grupos en función de los puntos de corte del STS -PROM establecidos: riesgo alto (RA, mayor del 8%), riesgo intermedio (RI, entre el 4% y el 8%) y riesgo bajo (RB, menordel 4%). Resultados: Se incluyeron en el análisis 770 pacientes; la mitad era de sexo femenino (50,2%) con una mediana de edad de 81 años (RIC 75,6-85,7). Del total, 230 pacientes (29,8%) fueron incluidos en el grupo AR (STS-PROM medio 11 [9,3-16,7]); 339 pacientes (44%), al riesgo intermedio (STS-PROM medio 6 [4,8-6,71]); y los restantes 201 (26,1%), al bajo riesgo (STS-PROM medio 2,7 [2-3,24]). La proporción de pacientes de bajo riesgo se incrementó a lo largo del período del registro (ptrend 0,011). Se utilizó acceso femoral (95%), y fue percutáneo en el 69% de los pacientes. Se implantaron en el 80% válvulas autoexpandibles. Del total de válvulas implantadas, el 23% (n = 177) resultaron ser reposicionables sin diferencias a través de los grupos. No se evidenciaron diferencias en mortalidad a los 30 días (RA 10,4%, RI 6,48%, RB 5,9%, p: 0,154) Tanto en el RA como en el de RB se observó una reducción de la mortalidad (RA 13,7%-4,1%, p: 0,001; RB 11,7%-0%; p: 0,0023). Conclusiones: La estratificación de riesgo mediante puntajes quirúrgicos continúa representando una guía de gran utilidad, sin embargo la indicación de implante valvular percutáneo en el mundo real incorpora otros factores no contemplados en la puntuación clásica, que modifica nuestras decisiones en la práctica diaria.
SUMMARY Introduction: Transcatheter aortic valve implantation (TAVI) has been evaluated in different scenarios of the broad spectrum of patients with severe symptomatic aortic stenosis. The choice of treatment starts through a risk assessment guided by a multidisciplinary team. Purpose: The aim of this study was to analyze the population undergoing TAVI in Latin America according to their risk. Methods: From March 2009 to December 2018, consecutive TAVI procedures registered in the Latin American multicenter registry were included. The indication of TAVI was made in each case by a multidisciplinary team set up by each center. The population is stratified according to the surgical risk evaluated by the STS-PROM score. Three groups were defined, based on the established STS-PROM cut-off points: high risk (RA, higher 8%), intermediate risk (IR, between 4%-8%) and low risk (RB, lower 4%). Results: 770 patients were included in the analysis, resulting 50,2% female, with a mean age of 81 y/o (IQR 75.6-85.7). 29.8% were included in the AR group (STS-PROM 11 (9.3-16.7), 44% at intermediate risk (STS-PROM 6 (4.8-6.71) and 26.1% at low risk (STS-PROM 2.7 (2-3.24). The proportion of low-risk patients has increased significantly over the period of inclusion (ptrend 0.011). Femoral access (95%), being percutaneous in 69% of patients. Self-expanding valves were implanted in 80%. 23% of the valves were repositionable without differences across the groups. There was no differences in 30-day mortality (RA 10.4%, IR 6.48%, RB 5.9%, p 0.154). Reduction in mortality were observed (RA 13, 7-4.1%, p0.001; RB 11.7-0%; p 0.0023) during the analyzed period. Conclusions: Risk stratification through surgical "scores" continues to represent a very useful guide, however the indication of TAVI in the real world incorporates other factors not contemplated in the classical score, which modifies our decisions in daily practice.