RESUMEN
Plants, by influencing water fluxes across the ecosystem-vadose zone-aquifer continuum, can leave an imprint on salt accumulation and distribution patterns. We explored how the conversion of native grasslands to oak plantations affected the abundance and distribution of salts on soils and groundwater through changes in the water balance in naturally salt-affected landscapes of Hortobagy (Hungary), a region where artificial drainage performed approximately 150 years ago lowered the water table (from -2 to -5 m) decoupling it from the surface ecosystem. Paired soil sampling and detailed soil conductivity transects revealed consistently different salt distribution patterns between grasslands and plantations, with shallow salinity losses and deep salinity gains accompanying tree establishment. Salts accumulated in the upper soil layers during pre-drainage times have remained in drained grasslands but have been flushed away under tree plantations (65 and 83% loss of chloride and sodium, respectively, in the 0 to -0.5 m depth range) as a result of a five- to 25-fold increase in infiltration rates detected under plantations. At greater depth, closer to the current water table level, the salt balance was reversed, with tree plantations gaining 2.5 kg sodium chloride m(-2) down to 6 m depth, resulting from groundwater uptake and salt exclusion by tree roots in the capillary fringe. Diurnal water table fluctuations, detected in a plantation stand but not in the neighbouring grasslands, together with salt mass balances suggest that trees consumed approximately 380 mm groundwater per year, re-establishing the discharge regime and leading to higher salt accumulation rates than those interrupted by regional drainage practices more than a century ago. The strong influences of vegetation changes on water dynamics can have cascading consequences on salt accumulation and distribution, and a broad ecohydrological perspective that explicitly considers vegetation-groundwater links is needed to anticipate and manage them.
Asunto(s)
Ecosistema , Cloruro de Sodio/química , Árboles/fisiología , Agua/química , Animales , Hungría , Poaceae/fisiología , Suelo/análisisRESUMEN
Numerosos actores socioeconómicos y políticos utilizan las estimaciones de la superficie cultivada para planificar, reducir la incertidumbere o mejorar la asiganción de recursos. Para resultar confiables y útiles, las estimaciones deben basarse en una metodología debidamente documentada, reproducible para el espacio y en el tiempo, idependiente del observador, evaluable de manera cuantitativa. ¿En qué medida se satisfacen los criterio anteriores en Argentina?. Más allá de su utilidad, la información disponible incorpora fuentes de incertidumbre que afectan seriamente las estimaciones. Estas icluyen las dificulatdes para referir las estimaciones a un área determinada, las posibilidades de los informantes de integrar la información local, la ausencia de protocolos claros y diferencias asociadas a la heterogeneidad de formación, motivación y compromiso de los informantes. La comparación de las estimaciones en dos agencias independientes para una año particular arroja, para las mismas áreas, diferencias de hasta el 24 por ciento en el área sembrada con trigo. Esta diferencia es muy superior a las variaciones interanuales que pretenden detectarse. El análisis multiespectral y multitemporal de imágenes satelitales permite discriminar tipos de cobertura del suelo sobre la base de su comportamiento fenológico. La combinación de información satelital provenientes de sensores con distinta resolución espacial ofrece enormes posibilidades para descripción de los tipos de cobertura del suelo y la estimación de superficies agrícolas. En tal sentido se presenta una propuesta operativa, basada en el uso de imágenes Landsat TM, SAC-C y AVHRR/NOAA, para la evolución regional de la superficie cultivada en Mercosur